¿Y para el 2012, qué?

En este último artículo del año quiero dar un mensaje esperanzador para el 2012.

El 2011 no ha sido un año fácil y seguro que el próximo tampoco lo será pero ya antes hemos salido de situaciones complicadas y de ésta también saldremos. Tal vez con heridas, pero saldremos.

Por otro lado en estos días siempre nos llegan mensajes, por múltiples canales, con alta carga de optimismo y confianza en el futuro, lo cual tampoco viene mal.

Quiero compartir con vosotros algunas reflexiones y  expresaros algunos sentimientos positivos que nos permitan avanzar juntos en el 2012.

Mi opinión es que independientemente de cuál sea la situación general, dependemos de nosotros mismos, somos los arquitectos de nuestro destino y nadie va a hacer las cosas por nosotros, los sucesos positivos nos llegarán a través de nuestro esfuerzo y dedicación. Por cierto os recomiendo la lectura del post de Jordi Collell,  8 reflexiones para despedir el año, muy en línea con este pensamiento.

Tratemos de disfrutar de lo que hacemos diariamente tanto en lo profesional como en lo personal. Seamos creativos, innovemos en nuestra forma de hacer las cosas, no nos quedemos paralizados por lo que nos rodea y tiremos con inteligencia hacia delante, gestionando bien nuestro tiempo.

Al hilo de todo ello creo que una cita de Wendy Koch nos viene fenomenal:

La preocupación es como una mecedora, te permite moverte, pero no te lleva a ningún sitio.

Y para finalizar un último consejo, no nos preocupemos en demasía y ocupémonos.

 

Feliz 2012 y hasta el año que viene.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *