Enhorabuena Sra., acaba de dar Ud. a luz a un líder….

No dejo de sorprenderme cada vez que oigo eso de “los líderes nacen, no se hacen”.

Os imagináis al ginecólogo en el momento posterior al parto diciendo,  “Enhorabuena Sra. ha dado Ud. a luz a un líder o a una ingeniera o a un mecánico….”

El liderazgo es una competencia fundamental para cualquier empresa, y lo que está plenamente demostrado es que este talento especial se va adquiriendo con los años. De las experiencias se aprende, a veces dolorosamente, pero si se tiene la suerte de estar en una organización donde la Gestión del Talento es parte de la cultura de la empresa, ¡Bingo!, porque tendrás a tu lado directivos y jefes que te dirigirán con un rumbo claro y definido y compañeros que te asesoraran en el día a día permitiéndote ese desarrollo profesional y personal que todos anhelamos.

Dicen que se ha alcanzado la excelencia como líder cuando la gente lo sigue a uno a todas partes, aunque sea por curiosidad pero el liderazgo no es un don supremo que te viene dado, se adquiere con tiempo, constancia, esfuerzo y sobre todo con actitud (QUERER HACER).

Para José María Rodríguez, un magnífico profesor que tuve en el IESE, un buen líder es aquel que:

“Sabe fijar objetivos claros y relevantes; sabe elogiar el trabajo bien hecho, y sabe llamar la atención de sus colaboradores, cuando sea necesario, en un tono constructivo”.

Para que les reconozcas o te evalúes a ti mismo te dejo las 10 cualidades que todo buen líder debe tener:

  1. Tiene los conocimientos (SABER) y las habilidades (SABER HACER) propias de su ámbito de actividad y así lo reconocen sus afines y competidores.
  2. Es honesto por lo que genera confianza e integridad a su alrededor.
  3. Está seguro de su valía y capacidad y eso le permite tomar decisiones y asumir responsabilidades.
  4. Es resilente, tenaz ante las dificultades.
  5. Fija objetivos alcanzables, claros e innovadores y comunica las metas con entusiasmo.
  6. Conoce a sus colaboradores, sus capacidades y motivaciones porque sabe que tienen un valor incalculable.
  7. Es firme en sus convicciones pero a la vez ayuda, estimula y entrena con tacto.
  8. Muestra cercanía y respeto en el trato personal.
  9. Sabe escuchar.
  10. Reconoce los logros de sus colaboradores, elogia el trabajo bien hecho y corrige sin humillar

 

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